Desde nuestra llegada a Mackay (una ciudad anodina que actúa como nexo de la región) pudimos comprobar lo que el verdadero trópico supone: una olla a presión donde calor y humedad hacen saltar el pistón de la lluvia. Realmente se hace difícil estar a la intemperie: sin aire acondicionado (que está realmente alto) no eres nadie. A las personas de tensión baja (como nosotros) las deja recogiendo níscalos, sobre todo si se te ocurre comer unos noodles al mediodía (ni se te ocurra si no quieres estarte recogiendo las orejas del suelo todo el día). También nos sirvió como primera toma de contacto con las distancias reales que articulan este país-continente: hasta nuestro destino (Airlie Beach) desde el aeropuerto sólo habían 150km (ummm...). Hostal de mochileros donde nos quedamos en Airlie Beach.
Para visitar las Whithsunday Island, la Inner Reef y la Outer Reef (todas partes de la Gran Barrera de Arrecifes) hay que embarcarse en avión o barco. Nuestra opción fue un paseo en una goleta estilo antiguo.
Tuvimos mucha suerte con el tiempo ya que antes y después de nuestro minicrucero los chaparrones fueron de hórdago.
Tan contentos con nuestro fresco camarote
Lo mejor del barco fue el encuentro con gente tan diversa y estupenda (Canadá, Dubai, Alemania, Eslovaquia, Inglaterra, Australia..) La primera noche la amenizamos con un poco de música.
La llegada a las costas de alguna isla. En mi caso, (Ana) nunca me había sentido tan bien en un barco... y eso que he cogido unos cuantos. Pues soy, desafortunadamente, del club "me mareo".
El momento Snorkel hay que hacerlo con un traje antimedusas a pesar de encontrarte en aguas cálidas. Mientras nadas entre peces multicolores y corales multiformes vas encontrándote todo tipo de micro seres gelatinosos que, al principio, asustan un poco (porque vas con la paranoia de toparte con al temida irukandji,- una medusa del tamaño de medio dedo, que si no se trata a tiempo, mata) Pero no se trataba más que de placton gigante en movimiento.
La playa de Whitehaven, de un blanco demoledor debido a su arena de sílice(ideal para hacerse cualquier tratamiento exfoliante). Tiene una ensenada larga y extensa, donde anidan mantas y tiburones. Cuando baja la marea puedes transitar a pie o, mejor, en kayak.
Debates en la orilla con David e Ivana.
Encuentros con la fauna local en la excursiones por el interior de las islas.
Arriando velas..largando al viento, la rumba en tela.. echa ron ventorrillero, turroneraaaa por turrón...Porque so moscosteros.
Con nuestros nuevos amigos: David e Ivana. Una interesante y divertida pareja con la de seguro nos volveremos a cruzar.
"Estresada Tripulación"
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