Hampi es uno de esos lugares que hay que visitar, no sólo porque fue capital del Imperio Viyanajagara de 1336 a 1565 (el último gran imperio hindú antes de su caída en manos islámicas y la llegada de los británicos), plagado pues de templos y de historia y que además, es patromonio de la Unesco, sino simplemente , por su geografía y su paisaje tan particular, decorados con miles de piedras colosales entre ríos y cocoteros.
La llegada desde Hospet en rickshaw, a 15 km, donde está la estación de tren,con nuestros compañeros de viaje, Fernando y Laura.
Intercambiando opiniones y pareceres con otros turistas indios. Suena raro, pero hay tantos indios que el turista occidental, muchas veces, pasa desapercibido. Hampi es, después de Varanasi, el lugar más importante de peregrinación de la religión hindú. Su rio es también sagrado.
Hampi es un pequeñísimo pueblo dedicado al visitante que se ha asentado alrededor de uno de los 5 bazares que poseía la ciudad, en otra época grandiosa.
El centro del actual Hampi Bazar lo corona esta torre que da la entrada al templo donde habitan una gran colonia de macacos.
El paraguas es nuestro complemento estrella. No iba a ser menos en época de monzón.
Vistas desde Hampi Bazar. El río, salpicado de pequeños templos y vacas...que bonito! La gente acude a sus riveras diáriamente para sus lavados y plegarias.
Los pigmentos para "santiguarse" en la frente son un atractivo para ser fotografiados...India sin duda, tiene un sentido del color exquisito y ostentan sus mejores galas con vivos colores.
Por supuesto, cada uno de ellos tiene un significado.
Conocimos Hampi y su historia con Krishna, un guía turístico con el que tuvimos mucha suerte pues, a parte de ser muy profesional, colmó todas nuestras preguntas y curiosidades sobre la India (cosa bastante difícil). Muy recomendable.
Esta estatua de Ganesha, Dios de la sabiduría, de los caminos y de las letras, bien adorado en toda la India como el dios de la buena fortuna, es una de las mayores del país, pero al estar dañada (tras la invasión islámica) ya no puede usarse para veneración
Aqui Krishna nos cuenta su historia:
¿Por qué tiene cabeza de elefante y cuerpo humano?
Una escena de lo más peliculera... hasta los topes.
Esta es una pila, frente a las ruinas de otro de los grandes bazares de Hampi, donde cada día se depositaba comida y restos del mercado que los monjes del templo contiguo cocinaban para que los más pobres tuvieran algo que llevarse a la boca.
Por ese pequeño agujerito que se ve, se filtraban las semillas, para el que quisiera plantar y tener paciencia antes de comer...
Esta podría ser la foto de la filarmónica de Hampi, o del Consorcio de los músicos de tabla Hindú...pero son chicos aciagos, que, bien dispuestos, les gusta ser fotografiados por gente extranjera.
La gran Linga, foco de veneración, es una representación de Shiva como falo o pilar cósmico, indicando el equilibrio entre las energías creativas masculina y femenina.
Este,en particular, es venerado por la acción natural de la lluvia.
Ellas también son sagradas...y que bien viven!!
Una piscina sagrada donde se reunían los brahamanes a debatir y a consegrar el agua del recinto imperial... aunque, en realidad, la foto se la hice a la indumentaria del niño...
El Baño de la Reina: La bañera real para las féminas de la corte...
Este coche bellamente engalanado debía su atuendo a que celebraba su primer cumpleaños...
Que bello elefante...cada mañana lo bañaban en el río y podías ser santiguado o bautizado con su trompa...atractiva experiencia, pena que había que levantarse a las 5 am.
!Es-pa-ña!! Es-pa-ña!!!
Que buena toda la afición española que coincidimos en Hampi para ver el partido contra Alemania en un bar terraza donde nos servían unos cubatas de "strangis"....
el Gooooooooollllll!!!!!!!!!!!!!!!!!!despertó a medio pueblo!
El templo de los monos, o de los 600 escalones más bien, no era gran cosa...pero la subida merecía bien la pena para contemplar las fantásticas vistas.
Una tienducha: es el comercio más básico pero muchos te sorprenden con tener lo inesperado...
Lo más cotidiano son los champús y aceites para el pelo en monodosis, como se aprecia en la foto.
La calle principal de Anegundi, un poblado con mucho encanto cerca de Hampi..
Las tradiciones siguen siendo las mismas que hace 4000 años, pero al menos, las tinajas de agua, ahora son de plástico y de vivos colores..
Asi es, Hampi tiene mucho encanto.
Un sencillo templo cerca del río y la mujer haciendo la colada... Los perros llevando vida perruna.
Había que atravesar el río en esta "vamos a llamarla "barca"....
Que cada día transportaba cientos de pasajeros, con sus motos, con sus compras, con sus...todo....
Ana tuvo que ver varios trayectos antes de subirse a una de ellas tranquilamente.
El camino central de otro de los antiguos bazares (a los lados) que siempre terminan en un importante templo... Ahora la escena está dominada por las cabras.
En estos bazares no existía el dinero...se pagaba con diamantes, oro... en especie vamos.
El camino que lleva a Hampi Bazar desde las afueras es como hacer un viaje en el tiempo. Conserva todo su encanto natural.
Paseando entre estas colosales piedras de las que obtenian los bloques para construir todos los templos y con una calzada que se conserva en tramos que nos habla de la majestuosidad del lugar.
Cada mañana, antes del amanecer, en la entrada de las casas pintan con tiza y sal, un mandala diferente para no dejar entrar a las malas energías.
Un samana o samaritano, enseñándonos su "libro de visitas" y las generosas donaciones que recibe...
Una postal propia de este emblemático lugar..
Despidiendonos de Hampi...
En el tren, antes de salir...un poco de charla con la gente local. Escenas de estación.
Nos vamos en el tren, 12 horas de trayecto, con destino Hyderabad, para después, llegar a Varanasi...
Bon Voyage!!
jueves, 22 de julio de 2010
martes, 20 de julio de 2010
EXPERIENCIA NO CONTAGIOSA
La instantánea perfecta,
el momento perdido.
Nada tienes
de lo que has aprehendido...
todo es mente en el vacío
y simplemente te crees diferente
entre todo el gentío.
Pero ya caerás donde habías caído,
ya caerás donde remotos antepasados
ya habían sufrido.
Todos somos soñadores inconformes
que no sabemos de nuestro poder,
y, quizás, el ser que más se ha encontrado
es el más perdido.
¿Dónde reside nuestro Don?
Perseguimos la instantánea perfecta y obtenemos el vacio.
Renzo 1/06/2010
Dentro del mundillo "blogs de viaje" hay algunos que realmente merecen la pena y que nos han acompañado antes y durante nuestra experiencia. Uno de los que más nos ha gustado, sobre todo por el proyecto general que han construido y porque sus protagonistas han adoptado la filosofía viajera que más nos gusta, echándole verdadero coraje a la vida es:
http://lavueltaalmundo.net/
http://lavueltaalmundo.net/
Espero que lo disfruten tanto como nosotros...
viernes, 16 de julio de 2010
BAGEPALLI Y FUNDACIÓN VICENTE FERRER
Después de tanto monumento teníamos una cita con un proyecto de voluntariado, así que nos montamos en la compleja pero completa red ferroviaria india...
Rumbo al sur, asiento estándar, ventiladores miles y holgura espacial... por el momento.
En el vagón dormitorio charlando con los chicos de la comida. La mejor manera de recorrer por tierra la larga distancia hasta Bangalore. Unas 23 horas que se pasan bien gracias a que, si no eres muy escrupuloso, estás bien suplido. La hora del aperitivo-buffet pasando "a domicilio".
Los minutos corren parejos al paisaje terrenal que queda atrás mientras que el celestial nos acompaña todo el camino, inmutable (por el momento).
Después de que Latha y Ali (el matrimonio responsable de la ONG Forkids en la India) nos recogieran en Bangalore nos fuimos en su todoterreno hacia el pueblo de Bagepalli. Aquí paramos para comprar un surtido variado de distintas clases de mangos... ¡hay unas 100 ó más!
Las vistas desde nuestro ático-cuarto de azotea al borde del pueblo de Bagepalli donde pasamos una semana.
En el colegio, modélico para lo que hay en la zona a pesar de estar a media obra, nuestra jornada laboral empieza diáriamente con los cánticos patrióticos y educativo-marciales que parece funcionan para contener la energía mañanera infantil.
El link de la ONG que colabora con ellos: forkids
El primer día resulta que es el cumpleaños de Ali, el patriarca y mano dura del lugar... no es ni profesor ni director pero es el "ruler". Aquí en un tierno momento con las alumnas de último curso.
Ali y Latha, que nos mimaban gastronómicamente en su casa, embadurnados de celebrativa tarta.
"Jauría" de niños mirando desconsolados la tarta...
Labores divulgativas. Nos sorprendió lo aplicados, educados y respetuosos que eran. También su alegría era radiante.
En nuestros paseos vespertinos, curioseando en un matojo de rara variedad de albahaca, se colgó del brazo de Ana este alucinante insecto-hoja.
Calles de "nuestro barrio".
La calle principal del pueblo estaba hecha trizas. Parecía la guerra. Estaban tirando, a mazos, ambas "riveras" de la travesía para ensarcharla. De seguridad vial ni hablamos cuando incluso las tiendas permanecían abiertas en las casas que se estaban tirando.
A pesar de haber visto ya de todo sobre una moto, nos sigue sorprendiendo la capacidad de carga de los "rickshaw".
Momento de adoración a Ganesha, otro de los importantes dioses del infinito panteón indio. El brahman vierte agua solemnemente sobre su sagrada figura.
Camino a casa con la vecindad familiarizándose con nosotros.
Hora del helado... o qué se creían, ¿qué no habían heladerías? La foto de la pared es la imágen idílica, y con marea llena, del templo que visitamos en Mumbai (en el capítulo anterior). La "butter milk" y el helado con frutas estaban buenísimos.
Donde fueres haz lo que vieres. La chapati (pan-torta) como cuchara.
Las solícitas celadoras del colegio. Valen para un roto y para un descosío.
Ketama posando para nosotros antes de enseñarnos a su criatura: una serpiente que amancebaba en una de las aulas cerradas para luego sacarse unas rupias en el mercado. Su boca era un poema, pero los ojos realemente explican muchas de las historias de Las Mil y Una Noches.
Ana estrenándose como auxiliar. 200 niños que pasaron por sus ojos la convierten en ya una experta detectando anomalías.
Una de las pijadas del cole es su servicio de guaguas que usaban tanto niños como maestros.
Amiguitas indias de Ana.
Vaquero.... ó ... indio ¿? indio-vaquero
Los que más nos echarán de menos, a parte de los niños, son los del cíber, dónde acudíamos diáriamente a tener noticias de la familia, bajo calores y estrecheces supinas.
Las Vendedoras de adornos florales colorean la destartalada calle principal. Los olores van desde lo más perfumado a, en la misma bocanada, la bazofia más inmunda.
Los inidios cuando son guapos realmente llaman la atención. Lo mejor es que no lo saben. Aquí una joven promesa vendiendo plátanos.
Los deberes en el umbral... más fresquito y con la ayuda de todo el barrio. Ah, y de los mandalas que todas las mañanas se dibujan en el suelo de la entrada antes del amanecer.
LA FUNDACIÓN VICENTE FERRER. ANANTAPUR
Recomendamos un paseo por su página web y por estas fotos de nuestra visita a sus instalaciones. Alli todo el mundo es bienvenido.
fundación
Nuestra llegada a la Fundación Vicente Ferrer fue una oleada de nuevas sensaciones y un encuentro con la conciencia social.
La primera tarde nos llevaron a ver a el centro de planificación familiar, donde las mujeres dan a luz y se hacen la ligadura de trompas después del parto.
Ana sobrecogida al coger un recién nacido.
Las abuelas son las que bañan a las criaturas cada tarde con un manejo y una soltura que asusta.
Hay que destacar la flexibilidad de estas abuelitas para bañar a sus nietitos.
Abuela feliz meciendo apañadamente a su criatura en su cuna-hamaca.
Con Leti, Pitu, Fernando y Laura pasando buenos ratos de ocio y entertainment en el campus de la Fundación que es una especie de burbuja de orden y sosiego dentro de la entropía india.
La Barbería: Cuando el negocio está en horas bajas es hora de invertir en formación....
Pudimos pasar los nervios del partido España-Paraguay gracias a la compañia del grupo de españoles residentes y visitantes que estábamos en la Fundación por esos días.
Nuestro gran agradecimiento por habernos cobijado y alimentado durante esos días de forma tan generosa. La verdad es que, además de la impresionante labor de desarrollo regional que llevan a cabo en todos los sentidos y áreas, te tratan con la exquisitez de un invitado de honor. La experiencia superaró todas nuestras espectativas. Lo recomendamos efusivamente.
El taller de costura de las mujeres sordomudas. Otra gran apuesta y otro gran acierto para dotar a estas mujeres hasta ahora marginadas de autosuficiencia y valor social.
Barriendo el campus.
Con Moncho, el hijo de Vicente, una persona que trasmite tranquilidad, buen kharma y seguridad cuando habla de las claves del proyecto... o de cualquier otra cosa!
Con la pandilla tras una cena "a la española". Fue un día de clausura que pasamos enteramente dentro del campus debido a la huelga general por la subida de los carburantes que tenía lugar fuera.
Pastor-fashion conduciendo su carromato de elegantes búfalas.
Rumbo al sur, asiento estándar, ventiladores miles y holgura espacial... por el momento.
En el vagón dormitorio charlando con los chicos de la comida. La mejor manera de recorrer por tierra la larga distancia hasta Bangalore. Unas 23 horas que se pasan bien gracias a que, si no eres muy escrupuloso, estás bien suplido. La hora del aperitivo-buffet pasando "a domicilio".
Los minutos corren parejos al paisaje terrenal que queda atrás mientras que el celestial nos acompaña todo el camino, inmutable (por el momento).
Después de que Latha y Ali (el matrimonio responsable de la ONG Forkids en la India) nos recogieran en Bangalore nos fuimos en su todoterreno hacia el pueblo de Bagepalli. Aquí paramos para comprar un surtido variado de distintas clases de mangos... ¡hay unas 100 ó más!
Las vistas desde nuestro ático-cuarto de azotea al borde del pueblo de Bagepalli donde pasamos una semana.
En el colegio, modélico para lo que hay en la zona a pesar de estar a media obra, nuestra jornada laboral empieza diáriamente con los cánticos patrióticos y educativo-marciales que parece funcionan para contener la energía mañanera infantil.
El link de la ONG que colabora con ellos: forkids
El primer día resulta que es el cumpleaños de Ali, el patriarca y mano dura del lugar... no es ni profesor ni director pero es el "ruler". Aquí en un tierno momento con las alumnas de último curso.
Ali y Latha, que nos mimaban gastronómicamente en su casa, embadurnados de celebrativa tarta.
"Jauría" de niños mirando desconsolados la tarta...
Labores divulgativas. Nos sorprendió lo aplicados, educados y respetuosos que eran. También su alegría era radiante.
En nuestros paseos vespertinos, curioseando en un matojo de rara variedad de albahaca, se colgó del brazo de Ana este alucinante insecto-hoja.
Calles de "nuestro barrio".
La calle principal del pueblo estaba hecha trizas. Parecía la guerra. Estaban tirando, a mazos, ambas "riveras" de la travesía para ensarcharla. De seguridad vial ni hablamos cuando incluso las tiendas permanecían abiertas en las casas que se estaban tirando.
A pesar de haber visto ya de todo sobre una moto, nos sigue sorprendiendo la capacidad de carga de los "rickshaw".
Momento de adoración a Ganesha, otro de los importantes dioses del infinito panteón indio. El brahman vierte agua solemnemente sobre su sagrada figura.
Camino a casa con la vecindad familiarizándose con nosotros.
Hora del helado... o qué se creían, ¿qué no habían heladerías? La foto de la pared es la imágen idílica, y con marea llena, del templo que visitamos en Mumbai (en el capítulo anterior). La "butter milk" y el helado con frutas estaban buenísimos.
Donde fueres haz lo que vieres. La chapati (pan-torta) como cuchara.
Las solícitas celadoras del colegio. Valen para un roto y para un descosío.
Ketama posando para nosotros antes de enseñarnos a su criatura: una serpiente que amancebaba en una de las aulas cerradas para luego sacarse unas rupias en el mercado. Su boca era un poema, pero los ojos realemente explican muchas de las historias de Las Mil y Una Noches.
Ana estrenándose como auxiliar. 200 niños que pasaron por sus ojos la convierten en ya una experta detectando anomalías.
Una de las pijadas del cole es su servicio de guaguas que usaban tanto niños como maestros.
Amiguitas indias de Ana.
Vaquero.... ó ... indio ¿? indio-vaquero
Los que más nos echarán de menos, a parte de los niños, son los del cíber, dónde acudíamos diáriamente a tener noticias de la familia, bajo calores y estrecheces supinas.
Las Vendedoras de adornos florales colorean la destartalada calle principal. Los olores van desde lo más perfumado a, en la misma bocanada, la bazofia más inmunda.
Los inidios cuando son guapos realmente llaman la atención. Lo mejor es que no lo saben. Aquí una joven promesa vendiendo plátanos.
Los deberes en el umbral... más fresquito y con la ayuda de todo el barrio. Ah, y de los mandalas que todas las mañanas se dibujan en el suelo de la entrada antes del amanecer.
LA FUNDACIÓN VICENTE FERRER. ANANTAPUR
Recomendamos un paseo por su página web y por estas fotos de nuestra visita a sus instalaciones. Alli todo el mundo es bienvenido.
fundación
Nuestra llegada a la Fundación Vicente Ferrer fue una oleada de nuevas sensaciones y un encuentro con la conciencia social.
La primera tarde nos llevaron a ver a el centro de planificación familiar, donde las mujeres dan a luz y se hacen la ligadura de trompas después del parto.
Ana sobrecogida al coger un recién nacido.
Las abuelas son las que bañan a las criaturas cada tarde con un manejo y una soltura que asusta.
Hay que destacar la flexibilidad de estas abuelitas para bañar a sus nietitos.
Abuela feliz meciendo apañadamente a su criatura en su cuna-hamaca.
Con Leti, Pitu, Fernando y Laura pasando buenos ratos de ocio y entertainment en el campus de la Fundación que es una especie de burbuja de orden y sosiego dentro de la entropía india.
La Barbería: Cuando el negocio está en horas bajas es hora de invertir en formación....
Pudimos pasar los nervios del partido España-Paraguay gracias a la compañia del grupo de españoles residentes y visitantes que estábamos en la Fundación por esos días.
Nuestro gran agradecimiento por habernos cobijado y alimentado durante esos días de forma tan generosa. La verdad es que, además de la impresionante labor de desarrollo regional que llevan a cabo en todos los sentidos y áreas, te tratan con la exquisitez de un invitado de honor. La experiencia superaró todas nuestras espectativas. Lo recomendamos efusivamente.
El taller de costura de las mujeres sordomudas. Otra gran apuesta y otro gran acierto para dotar a estas mujeres hasta ahora marginadas de autosuficiencia y valor social.
Barriendo el campus.
Con Moncho, el hijo de Vicente, una persona que trasmite tranquilidad, buen kharma y seguridad cuando habla de las claves del proyecto... o de cualquier otra cosa!
Con la pandilla tras una cena "a la española". Fue un día de clausura que pasamos enteramente dentro del campus debido a la huelga general por la subida de los carburantes que tenía lugar fuera.
Pastor-fashion conduciendo su carromato de elegantes búfalas.
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