miércoles, 14 de julio de 2010

INDIA-BOMBAY


India... mítica

Nuestra última gran parada: INDIA.

De camino, otra vez nuestro querido aeropuerto de Singapur, ya parte de la familia. Aprovechamos cualquier ratito para conectarnos a internet, charlar con los presentes y actualizar el blog. En tecnología, este aeropuerto está a la última, con salas multimedia donde puedes ver cine, escuchar música (e incluso mezclarla) y juegos...


Para nosotros, mayor acierto aún son los detalles que hacen que éste sea un poco menos un “no lugar”, que tenga algo de personalidad propia y no sea únicamente el reino de la franquicia (como pasa en la mayoría de los aeropuertos lamentablemente) y que, además, suponen una inversión mínima. Por ejemplo, esta mesa de calcografía con planchas de madera de temática asiática y múltiples colores: el entretenimiento creativo ideal para toda la familia.

Llegamos a Bombay o Mumbay para los locales. Es una ciudad que sorprende irremisiblemente, por mucho que te prepares. 16 millones de almas no son para menos. Hay otra ciudad donde crees que se acaba la que ves. Completamente inabarcable. Y humanidad,... rebosante humanidad. Lo que se aprecia en la foto es, al fondo, más Bombay todavía después de haber caminado horas desde el centro; y, en primer plano, marea baja cerca de uno de los templos costeros con sus animales por doquier.

Nos sorprendió la magnitud y la cantidad de edificios con arquitectura victoriana, en ocasiones mezclada con retales venecianos. Destila realeza, pero también infinita miseria.

Lemonade-maker con el templo-isla  de fondo. Precisamente era domingo y la peregrinación era bastante considerable.... por supuesto también los mercaderos y fariseos.

Entre ellos cualquier cosa es digna de negocio. Por ejemplo estos dos muchachos que se ganan la vida pesando (que no siendo pesados). Muy encomiable.

Otros niños sin embargo son plantados aquí por la familia bajo viento y marea para escudriñar unas rupias a las conciencias samaritanas recién salidas del encuentro divino.


Los cuervos son los dueños del espacio aéreo capitalino. Donde quiera que te halles escuchas su “dulce” graznido. Son los grandes recicladores de la urbe.

Pues decidimos comer en la playa después de tanto pateo.

Los “bazoka” artesanales nos desconsolaron pero resistimos. Al fondo el chico pica el hielo y lo amasa. Luego unos vasitos con siropes y... a mojar!

¿Qué contar de las playas? Vamos que de todo menos bañarnos...

Les vaques tan campantes. Les pintan los cuernos de colores. Están por doquier no importa lo céntrica que sea la zona.

La estación Victoria Terminus es realmente impresionante.

Estampa dominguera: partidito de cricket callejero frente a Correos.

Pues nada, va siendo hora de acicalarse como nuestros abuelos, en la barbería: que gusto. Por este precio me lo llevaba a casa y que me afeitaran todos los días (sin olvidar las cremitas... que nos vamos haciendo mayores jaja).

Las estaciones, lugares de encuentro, trabajo, cambios,... un sinfín de historias esperando a ocurrir y ocurriendo al mismo tiempo.Para nosotros, cambio de tercio.

Al contrario de lo que pueda parecer, India no está tan bien comunicada en la red como otros países asiáticos. Los puntos de conexión a internet son escasos y escondidos como antros de perdición. Ninguno de los hostales donde nos quedamos ofrece el servicio y el formulario a rellenar, cada vez que te conectas, es casi más largo que el fronterizo. Aún así intentamos, ahora más que nunca, conectarnos diáriamente.


Tras abandonar Bombay llegamos a Aurangabad, nuestra siguiente base para explorar las cuevas-templo de Ajanta y Ellora. Escena de estación, comprando manisessssss.

La importancia de ambos pueblos radica en una serie de monasterios construidos en un período comprendido entre el s II aC y el VIII dC en las paredes montañosas de una remota región. Esto significa que son de las primeras construcciones budistas que se conservan. Siguen el curso de un río.

Lo más destacado de los templos escarvados de Ajanta son sus magníficos frescos que se conservan sorprendentemente nítidos.

Los interiores son sobrecogedores. Luces y sombras donde sumergirte en el pasado.

El nivel de detalle tanto de los frescos como de los tallados revela un trabajo faraónico.

En este caso dejaron el techo “rústico” por ser una veta magmática.

Es fácil imaginarse meditando en un ambiente tan propicio. Cantando sutras y cumpliendo dharmas.
Mandando ánimos, salud y fuerza para toda la familia.


Existen algunas diferencias con las curvas vistas en templos asiáticos... parece que aquí gustan más pronunciadas. Tan sugerentes que parece que alguien no pudo evitar el mordisco, a pesar de su pétrea naturaleza.

Una de las tallas estrella es este buda acostado.

Ellora, el otro grupo de templos escavados. Destacan por sus magníficas y complejas tallas. Nos sorprendió la semejanza de estos primigenios templos con las capillas cristianas. Un lugar realmente místico.

Sin embargo, otras son casi como edificios de apartamentos. Los tres pisos que forman este monasterio hacen que resulte difícil creer que sea tan antiguo. Pero lo es. ¡¡Vaya curro!!

En el tercer piso, un Nandi (la sagrada montura) muy bien conservado siempre cerquita de su amo, Shiva.


La gran obra maestra: Un templo escavado por completo en todo su perímetro. Lo que quiere decir que todo él es una sola pieza, un monolito. De hecho, ¡se trata de la construcción monolítica más grande del mundo! ¡Y nosotros sin saberlo!


 En el Kailasa temple, todos los ángulos son distintos y cuesta imaginar la grandiosidad que el proyecto tuvo que suponer. Supone que todo el templo está hecho “por sustracción” de piedra (más de 200mil toneladas), en una superficie mayor que el Partenón de Atenas. Dejando previsto no solo el templo en sí y los relieves para las tallas, sino también para obeliscos, murallas y estátuas...

¡vamos, una pasada! Todo rodeado de pasillos y estancias circundantes.

Las voluptuosas apsaras y ninfas, de generosas curvas pero sacando abdominales, nos despiden de una forma... redonda.


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