lunes, 5 de abril de 2010

MELBOURNE - GREAT OCEAN ROAD - GRAMPIANS


A morro con nuestra querida “Ginger Beer” (que de "beer" no tiene nada). Un refresco del cual nos hemos hecho fans.

El centro de Melbourne es un cúmulo de contrastes donde reina el mestizaje (arquitectónico y cultural).

Federation Square es el punto neurálgico. En esta plaza (detrás de estos edificios pos...modernos) se encuentran centros culturales de primer orden como el Ian Pottery Centre, que acoge a la National Victoria Gallery (con la mejor colección de arte aborigen y nacional que hemos visto hasta el momento), el Centro de la Imagen en Movimiento y el de Diseño... Aparte es el nexo de unión de todos los acontecimientos de la ciudad. Mientras nosotros estuvimos allí tuvieron lugar actividades abiertas del Festival de Moda, de Vino y Comida y Formula 1...vamos, alicientes para todos. Al fondo se ve la estación central.

En las hamacas de Federation Square viendo un conciertillo de Jazz antes de una demostración de cocina.

Un buen ejemplo de Arte Aborígen (en formato cuadro). Lo que nos alucina es que son abstractos por naturaleza. A pesar de sus antiguas raíces es un arte muy vivo y con profunda simbología siempre relacionada a la tierra en la que viven y sus "caminos".

Y si Melbourne mola es, además, porque tiene playas. La St. Kilda Beach se ubica en el barrio más bohemio y ambientado, con un aire a la Barceloneta...

 con medusas. Tremendas medusas que en esta época del año vienen a morir a la orilla de la playa.

Algún ejemplo de decoración en la zona comercial de St. Kilda.

Un mínimo de 8 sonrisas por hora no es mala norma!

Wicked Aura Batukada en concierto. Un potente grupo australiano compuesto por orientales que tocaban una mezcla de samba, ska, techno,... la globalización al poder. Eran los teloneros del grupo “afrobeat” que fuimos a ver... pero ellos nos sorprendieron más.

Phoenix Canariensis marcando estilo en el skyline victoriano: ¡Sí señor! Como siempre, una cosa que envidiamos profundamente de estas ciudades son sus magníficos jardines de evasión capitalina.

En frente del Ayuntamiento plantaron un huerto (dentro del Festival de Vino y Comida). Nos llamó mucho la atención que hacían talleres de hortícultura, de “hierbitas” y, como se ve, para niños.

Atrio de la Art National Gallery: International, con su pared de agua. Este museo se halla en otra céntrica zona de la ciudad llamada Arts Precint, con teatros, museos, sedes, facultades,...en fin, un ejemplo a seguir.


En la oficina trabajando en lo nuestro. Como gran parte del viaje es improvisando, invertimos muchas horas en las bibliotecas que surgen a nuestro paso y que nos brindan sus servicios informáticos gratis. Aquí, Ana en ergonómica postura buscando billetes para bajar del Ningaloo National Park o leyendo las últimas noticias del País.


Costa del estado de Victoria, sede de la industria surfera del país. Una semana más tarde iba a tener lugar un evento del campeonato mundial de surf. Esperemos que suba la fuerza..pues, por ahora, está flojita.

La Great Ocean Road la protagonizan los 12 apóstoles. Bueno, ya no son 12, la erosión no sólo hace estragos en el Dedo de Dios. Ahora son 9.

Un paisaje con fuerza mística. El mar ruge y moldea la roca de arenisca a su capricho.


Un oasis en medio de un mar bravo y poderoso. El agua es turquesa y clara, pero se siente la corriente tan sólo con mojarse los pies.

La anécdota del London Bridge es que, cuando se cayó la pasarela que lo unía al continente, en el 93, entre un grupo de visitantes, una pareja se quedó aislada en él. La historia no iría a más si no es porque todos los medios filmaron el rescate. Ellos se tapaban las caras cuales delincuentes y el público se preguntaba por qué. Semanas más tarde se supo que eran amantes infieles en escapada romántica. Ummm, sólo imaginar que te pillen así pone los pelos de punta.

En el bosque pluvial cercano a la costa se entremezclan los bosques de eucaliptos, árboles gigantes y helechos majestuosos... sabemos que parece una temática repetida en el blog, pero  el hecho es que llevamos los helechos en el corazón (qué potito) y el paisaje lo merece.

En medio de uno de los campings de nuestro tour por la campiña victoriana, Ana hizo amistad (efímera) con este ajetreado Koala. O sea, que pasó de la rama de eucalipto tres kilos para irse presto a otro árbol (al contrario de lo que parece pueden ser muy rápidos si se lo proponen). Sus rugidos guturales por la noche son realmente atemorizantes.

250 km más al norte, preparando la cena con algunos compañeros de viaje. En los Grampions.


“Anita´s quartet”. Un lujo en medio del outback australiano. Con uno de los austríacos trotamundos al piano. Nuestro guía, Luke, era, además, un virtuoso de la guitarra acústica y nos deleitó con algunas piezas.

Cas cada.

En los Grampions, paisajes que se remontan al origen de la tierra.

Kangaroo aciago pensando si debe cruzar la carretera.






2 comentarios:

AVI dijo...

Que gustazo me da ver cómo va vuestro viaje. Seguiré atento al mismo.

(Espero que no tengas nada que ocultar como la parejita del London Bridge.... jejeje)

Un abrazo a ambos.

Anónimo dijo...

Hemos visto cuadros de arte aborigen australiano muy antíguos y paracía arte abstracto. Cada color y cada figura tenía su significado. Los cuadros están llenos de contenido, esperiencias y sabiduría.
Las fotos cada vez mejores. Están para publicar.
Diviertanse y cuenten cositas.
Lorenzo y Saro