SINGAPUR

...¡Y llega el contraste!! Singapur es el país-isla-ciudad resumen más impresionante con la que nos hemos topado. La ley de la supervivencia entre los grandes países que la rodean la obligan a reinventarse y presentar propuestas atractivas. Trata, y lo logra, liderar el conjunto del Sudeste Asiático.

Impresionante conjunto de edificios que nos recuerdan que Singapur es el puerto más importante del mundo. Ya en el avión impresiona la cantidad de  buques que rodean su bahía y puerto.

La ciudad se debate entre su pasado colonial y sus edicios de megalopolis. Es difícil de explicar la complejidad social de este lugar. Hay 4 idiomas prácticamente oficiales: el inglés está en primer lugar, después el chino, el malayo y el indio. Es imposible definir cómo es el/la singapureño/a "tipo".

El uso del color en la ciudad es algo que nos parece esencial. Humaniza las ciudades y parece que cada vez cobra más importancia. Por la noche este hotel, adquiría otros matices  gracias a la iluminación.

No podemos dejar de mencionar la cantidad de centros comerciales que hay en Singapur. Si pensábamos que en Europa sobraban e imperaba el consumismo, aqui es eso, elevado a la décima potencia.
Los centros comercializan se especializan en un tipo de oferta y grupo social y las tiendas atienden a un mercado muy detallista y selecto.

Una visita al museo de arte contemporáneo  ubicado en un bonito edicio de estilo colonial. Definitivamente la parte cultural de Singapur nos sorprendió gratamente.

Una cena mariposona...La metáfora de estar enamorado/a en la primera cita o... el expolio de la belleza.

El mejor lugar para comer no son los miles de restaurantes lujosos y fashionistas que hay en la ciudad. Son los foodcourts, donde puedes elegir todo tipo de comidas y bebidas de diferentes orígenes y mezclarlas a tu gusto por muy buen precio. Una idea a importar.

Existe una pequeña India en Singapur, y pasear por sus calles es literalemnte teletransportarte. Lo mismo ocurre con la pequeña China.

Coincidimos con  los ritos de rezo y veneración a los dioses Hindúes en varios de sus templos. Toda una lección de devoción y riqueza espiritual. Aqui el monje abriendo la verja para dejar que los devotos depositen sus ofrendas.

Aqui,sin embargo, se estilaba más el Corán.

Los conos de lima hacen de velas a la entrada del Templo de Marianman.

Barroca devoción kitsh.

Un detalle del templo de Marianman para destacar el colorido y el detalle de todas sus figuras que lo decoran.

Ser tursita, o ser viajero a veces te hace sentir  un extraño en tierras ajenas. Esta es  la irónica bienvenida de una artista en el museo de arte contemporáneo. Su casa, por un breve tiempo.