miércoles, 24 de febrero de 2010

VERANO TARDIO

La espina clavada que nos quedó en la ida, nos la pudimos quitar al regreso: La pateada en el Tongariro National Park (Corazón de la Isla Norte). Se trata de un bonito trayecto que atraviesa una importante zona volcánica con preciosos lagos... Una tierra de leyendas.

Me empeñé en llegar a la cima del Tongariro (algo más arriba que esta foto), pero la visibilidad era nula. Aún así, satisfecho de culminarla pues su importancia es más mitológica que alpina.

El camino principal está abarrotado (en parámetros neozelandeses) ya que todos los senderistas empezamos la pateada a la misma hora y te recogen al otro lado del parque nacional (unos 20km al norte) también a la vez. Aún así, merece la pena. La zona está llena de actividad geotérmica.

Descendiendo a los bosques. Al fondo, el lago Taupo se insinúa como un gran mar interior.

La “Bay of Plenty” era otra de nuestras asignaturas pendientes. Por fin, un mar con la temperatura adecuada para permanecer más de 5 minutos en el agua (a lo mejor porque el verano se retrasó).

Nos hemos encontrado un par de veces con este aparatejo de pesca playera: el propietario, bien pertrechado de cervezas, pone una bovina gigante de tanza y con un torpedo propulsado por baterías, despliega el/los anzuelos a kilómetros de la orilla; recoge la captura con otras baterías que enrrollan el sedal... ¿para qué estar sosteniendo una caña cuando se puede tener una caña en las manos? (de cebada, claro).  Al parecer es un invento local.

Coincidimos con los entrenamientos de un equipo (con toda su variada cantera) de socorrismo acuático. Aquí es un deporte nacional que cuenta con importantes competiciones y es un orgullo ser el equipo de socorrismo más laureado (recordamos las playas de Piha).

Las modalidades que entrenan (y lo hacen arduamente) son atletismo en arena, natación, remo en varias modalidades, salvamento con tabla de sur, flotador o piragua,... en fin, todo un mundo y los niños sanísimos.

Nos encanta el placton gelatinoso que te encuentras en la playa, símbolo de la riqueza y pureza de estas aguas, germen de suntuosa imaginación.


Playa virgen cerca de Waihi.
Esta es la cuna del kiwi (traído desde Oriente, engrosado y cambiado de nombre por razones meramente comerciales) pero lo que nos pareció más interesante son los karts de viento. Así que probamos a despegar las ruedas sin volcar por un circuito ecológico y la verdad es que... mola!


Atardecer de fuego


De camino a Auckland, nuestro último buzón creativo marca de la granja.

Analfabetismo gastronómico en todo su esplendor...

Auckland con su mejor cara. La ciudad de las velas.

lunes, 15 de febrero de 2010

VUELTA AL NORTE

Dejamos atrás la isla sur para volver al norte de donde despegaremos hacia Australia en unos días... pero nada tememos, porque nos llevamos las vacas con nosotros.

Aunque algo apretadas

Gloriso despertar caravanil con el equipo de fondo

Wellington again pero ahora las vacaciones se han acabado y, mientras los burócratas llenan las plazas a la hora de comer (bueno, a lo mejor todos no son burócratas),...
los viajeros aprovechan para hacer su INTROMISIÓN CULTURAL EN LA ARTIST TRUST

Otra intromisión, esta vez al entrenamiento de los Hurricans (por fin empieza la temporada y se ve algo que llena esos céspedes),  pero tranquilos que no estoy debajo de ese Drop.

Alguno  salió vivo del entrenamiento.

sábado, 6 de febrero de 2010

CHRISTCHURCH, KAIKOURA y BLENHEIM

Este apartado engloba nuestro camino hacia el norte por la costa Este, pasando de grandes zonas despobladas a centros urbanos importantes, de llanuras a montañas. Lo que es una constante es que el clima es mucho más seco, pues los Alpes Neozelandeses retienen la humedad en la costa Oeste (¿se acuerdan del Efecto Foeh? es uno de los que más me gustan). Aún así, grandes ríos descargan a Este lado.

De camino a Christchurch, pequeña paradita en Peel Forrest para hacer rafting en el rio Rangitata.
Con rápidos de niveles II a  V.... superemocionante. Las caras de Anita, toda una clase de mimo.
Ah,...y rocas. Pero tranquilos, porque aqui la profesionalidad y la eficiencia de las empresas dedicadas a la aventura es envidiable. Casi todos los monitores de Actividades de riesgo tienen un título específico para su "especialidad". Nuestro raft-tafari instructor era, además, muy simpático.

Llegada a Christchurch (a partir de ahora, Chichu para abreviar). Una ciudad realmente activa, con un barrio gótico muy cosmopolita. Arrivamos un domingo de mercadillo. Aquí decidiendo qué comer entre toda la oferta de puestillos internacionales.
La plaza de la catedral. Chichu se cimentó con el dinero de las órdenes católicas y los terrenos cedidas por éstas a la burguesía, así que su arquitectura también difiere de la del resto del país. En la imagen, Ana bordea la línea entre la modernidad y el clasicismo.

Nuetra mayor alegría fue coincidir con el último día del Busker Comedy Club Festival. O sea, un festival que congrega a profesionales del mundo del espectáculo callejero a nivel internacional. El talento, el ingenio y la creatividad desbordan la ciudad durante 10 días. De lo más variopinto y motivo más que suficiente, por si sólo, para visitarla. Nos dejamos más del presupuesto estimado en las cestas de estos artístas.
Pasamos el día entero de plaza en plaza y tiro porque me toca. Viendo comediantes, magos, músicos, acróbatas, malabaristas, funambuleros cascabeleros y demás subgéneros del gremio. Subido a esta lanza, sostenida por cuatro voluntarios, un oriental australiano ganándose el pan a base de riesgo.
Y, ¿qué me dicen de esta tragadora de sables? Bueno, se tragó un globo de metro y medio y se lo sacó del culo en forma de perrito (globoflexia intestinal será...¡viva su peristaltismo!). Esta imagen corresponde al evento final del festival (ya en un local) dónde los participantes subían y en tres minutos hacían lo que les apetecía, siendo o no de su especialidad. El oriental australiano de arriba se comió un cono de papas mientras bebía y fumaba, ¡todo a la vez! (a mi me recordó al pasacalles del Loyola, no sé por qué).

A parte de los profesionales congregados, por toda la ciudad abundan los amateurs que tocan o entretienen como pueden. Quizás no sea el comentario de foto adecuado para este avezado predicador subido a una escalera...
lbkNo sabemos por qué, pero nos gusta esta foto, muestra de la mezcla de gente que te puedes encontrar en un cruce, muchos descalzos y cruzando en cualquier dirección.
Feeding patitos en la puerta de casa.
Haciendo la loba de mar en las costas de Kaikoura, donde hay grandes colonias de ellos.
Algas, ¿para qué os quiero? Las algas gigantes despiertan nuestra imaginación con sus melenas en constante danza oscilante. Nos sorprende que no las hayan explotado de alguna manera. Ana opina que un filetito de éstas, al ajillo, tiene que ser supernutritivo. A parte de eso, visualmente son un espectáculo.
Un cormorán secándose tras una mañana de inmersiones acuáticas. Por sus poses, se confunden frecuentemente con pingüinos.
No hemos hablado del tema solar todavía. Las campañas de prevención contra el cáncer de piel y los accidentes de carretera dejan a la DGT y a las campañas de promoción sanitaria españolas como cuentitos para niños: son bastante fuertes, y no es para menos porque la tasa de accidentes de tráfico (son unos flipaos del motor) y de cáncer de piel son muy altas. La marca que más nos gusta es la de Cancer Society (¡toma ya!), que además es repelente.
,l,jPasando la tarde en la playa de Kaikoura, preparando las mentes para el encuentro del dia siguiente... (todavía me estoy leyendo las revistas de noviembre).
Al día siguiente, al alba (qué romántico, pero los caretos eran de escándalo: 5:00am)
Preparándonos para la inmersión... La gran ventaja de Kaikoura son sus grandes profundidades cercanas a la costa que permiten la visita de grandes cetáceos.
Dusky Dolphins alrededor nuestro. Nunca se nos olvidará como te miran cuando giras sin parar con uno de ellos. Es una experiencia fascinante...
Verte de repente rodeado por una colonia de más de 400 delfines acróbatas, que no paran de saltar y pasar a tu lado... tú eres su entretenimiento, así que no paramos de cantar, sumergirnos y girar para llamar su atención. Por supuesto, se nos hizo cortísimo.
Llegamos a la  mayor vinícola zona del país (a lo inglés): Malborough. Desde nuestra humilde experiencia, los vinos que valen aquí son los blancos destacando los Sauvignon Blanc y los Pinot Gris.
Un día de calor mitigado por un gélido chapuzón con remo.
En Blenheim, capital de la zona vinícola, fíjate tú, va y coincidimos con el Blues, Brewers & Barbaque Festival. Lo que quiere decir que la gente aprovecha para disfrazarse y hacer el gamba. Este grupo de Transformers fue, más tarde, el segundo premio (que consistía en tickets para seguir bebiendo y comiendo...qué paraíso, por dios). En cualquier caso, eso pasaba a la vez que los de casa estaban de Mogollón carnavalero... toda una simbiosis antípoda.
Lo genial es que actuaban distintos grupos de folk, blues, rock y versiones de hoy y siempre, algunos muy buenos.
Renzo privao con sus tickets para probar más de 20 marcas nacionales distintas de cerveza (ah, y comer), con sus distintas clases. Por supuesto, no las probamos todas pero se hizo lo que se pudo. La sidra también estaba riquísima.

viernes, 5 de febrero de 2010

SOUTHLAND

AL SUR DEL SUR
Después de dejar los fiordos y los lagos, seguimos hacia el sur para conocer una zona que turisticamamente está menos condensada (si es que algo está condensado aquí). Los Catlins es la zona que nos pareció más peculiar, con sus paisajes costeros de "rumbo a ninguna parte" pero llenos de vida.
Increíble paisaje bajamar de un bosque jurásico petrificado. Sí, eso que está en el suelo son troncos de árboles milenarios que quedaron petrificados en el lodo y ahora son fósiles, pero puedes distinguir perfectamente los nudos e incluso hasta los círculos concéntricos de estos antigüos seres. Alrededor impresiones de miles de hojas fque registran que esto era una jungla. Curio Bay.





















Por fin pudimos ver a los ansiados "pingüinos de ojo amarillo" en total libertad y sin pagar.
Caravana de Cachivaches. Es como se nos ocurre traducir la "Lost Gypsy Gallery", una caravana que un individuo  varó un día en Papatowai para llenarla de autómatas (juegos a base de mecánica y relojería...mucho ingenio también) y objetos curiosos de toda índole. Nos pasamos como tres horas entretenidos como niños. Nos acordamos mucho de los que sabemos que hubieran disfrutado también de este museo interactivo.
De lo mejor, este órgano cuyas teclas activaban distintos... cachivaches que hacían distintos sonidos: desde máquinillas de afeitar hasta casetes y un operando (arriba a la dcha). Aquí Ana creando una pieza Dodecafónica.
Alga-Tocado, ideal para nuestros eventos matrimoniales, carreras de caballos, inauguraciones con glamour, etc.
El país remolonea en acabarse en el extremo sur. Esta es la vista desde el faro de Nugget Point, que no es el extremo sur pero casi.
Dunedin (Edimburgo en galés). Algo de vida cultural. Fuimos al Museo de Arte (recomendamos a una fotógrafa que se llama Taryn Simon) y esas cosas que haces al llegar a núcleos poblados. Al fondo, estación de trenes. 
Muestra del estilo Art-Decó que predomina en  Dunedin que nos sorprendió gratamente.